5 Consejos para Mejorar la Movilidad de tus Hijos
Lo principal de toda mamá y papá es velar por el bienestar de su pequeño. Desde que se lleva en el vientre hasta que nace, toda la atención se basa en que el bebé crezca sano y fuerte.
Cuando comienza a dar sus primeros pasitos es un momento muy especial y acompañarlos en el camino del aprendizaje es fundamental para su desarrollo óptimo.
Los pequeñitos son muy frágiles y debido al estrés que sufren durante el parto, al cuerpo le toma un poco de tiempo adaptarse al nuevo ambiente y volver a la normalidad.
Existen muchos casos donde al bebé se le presentan dificultades para su movilidad o bien, su desarrollo es un poco más lento, por lo que es ideal ayudarlos con lo que ellos más adoran: ¡Juguetes!
En el artículo de hoy te daremos 5 excelentes consejos para mejorar la movilidad de tus hijos e igualmente te aconsejaremos cuando acudir a un especialista.
Índice de Contenidos
Consejos para mejorar la movilidad de tus hijos
Sigue estos consejos para que tu hijo consiga tener una movilidad mucho mejor y que eso le beneficie en su desarrollo.
Gatear
Los recién nacidos deben desarrollar algo llamado psicomotricidad. Esta compleja palabra se refiere a la unión de elementos psíquicos y motrices para que el niño tenga capacidades sensoriales, perspectiva, etc.
Antes de caminar, los primeros intentos del pequeñín son gatear y es indispensable que cumplan con este paso. Volviendo a la psicomotricidad, existe la llamada “gruesa”, que incluye movimientos de músculos grandes como piernas, cabeza, brazos, etc. Su desarrollo ayuda al lenguaje y al área cognitiva.
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El gatear ayuda a que el bebé descubra nuevos movimientos, sensaciones y experiencias. Esto ayuda a fortalecer sus bracitos y piernitas e incluso, muchos estudios dicen que esto vuelve a los bebés grandes bailarines en un futuro.
Muchos chiquitos no sienten la necesidad de gatear. Sin embargo, es importante que como padres inciten esta acción como parte de una rutina diaria.
Lo aconsejable es tener un espacio únicamente para esto, que esté acolchado o con alfombra para evitar cualquier posible accidente. De igual modo, es ideal incentivarlo con una pelota o algún juguete que le guste.
Compra juguetes de calidad
Los juguetes son divertidos pero no hay nada mejor que adquirir un juguete que eduque y divierta. Para los bebés menores de 1 año esto es fundamental, ya que se desarrolla su percepción, la capacidad asociativa, el oído y la vista.
Lo ideal es adquirir juguetes que requieran de atención para el bebé. Ejemplos como:
- Pelotas con textura
- Juguetes musicales
- Cubos para encajar
- Juegos con figuras geométricas
- Alfombras interactivas
Estos juguetes crearán una conexión bebé-actividad convirtiéndolo en un rato agradable pero también de enseñanza para promover la coordinación y rítmica del pequeño.
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Compra un correpasillos, pero no un andador
En los 70 y 80 eran muy comunes los andadores. Sin embargo, hoy en día están completamente desaconsejados y en países como Canadá, prohibidos.
Los andadores pueden parecer geniales para ayudar a que tu hijo camine, pero no son tan buenos como puede parecer. Este aparato obliga al bebé a estar dentro de un arnés, el cual limita su movimiento y lo obliga a mantener una postura sumamente forzada.
En muchos casos, los pies ni siquiera tocan el suelo, por lo tanto este no podrá sostenerse en sus piecitos y todo el peso caerá en la cadera.
Estas posturas pueden causar problemas en un futuro en la propia cadera, la columna y algo muy común después de su uso, piernas arqueadas.
Los correpasillos y triciclos sin pedales son mucho más seguros para tu hijo, ya que permiten una postura correcta de los pies y controlan la velocidad del aparato.
Gracias a que se impulsa con la fuerza de las piernas, ayuda a fortalecer la zona lumbar, mejorar la estabilidad y promover la coordinación del cuerpo.
Juega con ellos
El jugar con ellos sirve para muchas más cosas de las que crees. Esto ayuda a crear un vínculo mayor entre los padres y el bebé, creando una conexión mucho más estrecha.
Igualmente, es ideal para que el pequeño siga sus movimientos, aprenda a reconocer frases y a seguir instrucciones.
Apóyate de algún juguete que haga ruido o que sea muy colorido y juega con sus orejas, manitas y pies. Incentívalo para que lo agarre, lo persiga o lo muerda. Esto será sumamente beneficioso para fortalecer sus extremidades y mejorar la coordinación.
Llévalos a un especialista
Como te comentamos al inicio del artículo, es normal que los primeros meses de un bebé sean difíciles para su cuerpo pues se encuentra en un proceso de adaptación. Sin embargo, cuando ya el tiempo es excesivo, debes acudir a un especialista.
Si notas que tu bebé no gatea, tiene dificultad para mantenerse sentado o cuando lo coges no tiene suficiente estabilidad, lo mejor es que lo lleves a consulta con el pediatra y que este te redirija a la especialidad necesaria.
En los últimos años se ha popularizado la osteopatía pediátrica, que es muy indicada para esta clase de patologías.
Es importante que prestes atención al tiempo y a cada indicio de tu hijo. Los bebés caminan dentro del primer año y si no ves un avance después de este tiempo, el especialista será tu opción más recomendada.
Ya lo has visto. Si sigues estos consejos, tu hijo crecerá sano, fuerte y con una movilidad fantástica.