Motricidad Gruesa en los Niños
Correr, bajar, subir, caminar, saltar… Todas estas habilidades y muchas más están íntimamente relacionadas con la motricidad gruesa y son aquellas que los niños desarrollan en la fundamental etapa de crecimiento.
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¿Qué es la Motricidad Gruesa?
Generalmente el concepto y definición de motricidad gruesa se refiere a las habilidades motoras que un niño va desarrollando con el fin de mover en forma sincronizada todos los músculos del cuerpo. Adicionalmente, aprenderá a desarrollar agilidad, velocidad, fuerza motriz y con ello la capacidad de mantener el equilibrio.
La motricidad gruesa se refiere a las acciones que involucran a grandes grupos musculares relacionándose por lo tanto a movimientos de grandes partes del cuerpo del niño.
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¿Para qué sirve la Motricidad Gruesa?
La motricidad gruesa implica movimientos musculares de brazos, piernas, espalda, abdomen y la cabeza lo cual le permite al niño controlar la posición del cuerpo, gatear, caminar, saltar y no sufrir problemas de equilibrio.
La motricidad gruesa también se extiende a la habilidad del niño para conocer su entorno, es decir, tener la noción de espacio experimentando sentidos que puedes notar en ejemplos sencillos como el agarrar objetos o lanzar una pelota.
En resumen, la motricidad gruesa en los niños sirve para desarrollar de modo óptimo la coordinación motora de sus músculos de mayor tamaño evitándole con ello sufrir problemas de motricidad futuros.
Motricidad Gruesa y Fina en los niños
La motricidad gruesa, tal y como hemos visto hasta ahora, se refiera a las capacidades y condiciones físicas que involucran músculos largos, mientras que la motricidad fina se refiere a las habilidades que involucran el trabajo de los músculos cortos como los que se accionan al dibujar o recortar figuras desarrollando así la coordinación ojo-mano.
A medida que el niño desarrolla la motricidad gruesa, se evidencia paulatinamente el desarrollo de la motricidad fina, y después de los primeros años el niño o niña deberá haber desarrollado íntegramente todo lo relacionado a su psicomotricidad.
Gracias a estos 2 tipos de motricidad se conjugan las habilidades que los niños desarrollaron en una etapa inicial con las nuevas que adquieren en una etapa posterior y que le permiten realizar cada vez movimientos más complejos.
Cuando existe un desfase apreciable en cualquiera de las dos motricidades, los padres y el docente deben consultar con el psicopedagogo del colegio para tomar las medidas correctivas necesarias.
Pero ¿cómo trabajar la motricidad gruesa?
Existen diversas y fáciles actividades para niños que permiten mejorar la motricidad. Entre las más comunes actividades de motricidad gruesa que puedes realizar con tu hijo/a tenemos:
- Realizar un recorrido motriz, que consiste en un juego muy didáctico para desarrollar habilidades motoras y aumentar tono muscular.
- Recorrer circuitos de flechas y formas.
- Recorrer túneles de reptación, ya que son ideales para fomentar la coordinación espacial.
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Desarrollo de la motricidad gruesa
Ahora bien, ¿qué es el desarrollo motor grueso? Es aquel grado de desarrollo que va desde el cuello, pasando por el tronco para finalmente terminar en las extremidades inferiores.
Sin embargo, el nivel de desarrollo de la motricidad gruesa varía en cada niño, ya que todo va a depender del funcionamiento de su sistema nervioso, la estimulación temprana de su entorno, así como de su genética.
El desarrollo de la motricidad gruesa comprende las siguientes fases:
- El control de la cabeza a partir de los 2 meses. Para esta edad el bebé ya debe ser capaz de mover y levantar la cabeza. La estimulación con juguetes de colores cuando el bebé está acostado boca abajo ha mostrado ser efectivo para desarrollar esta fase.
- Desplazarse rodando entre los 4 y 6 meses de edad. Lo normal es que el bebé pueda desplazarse deslizándose o rodando sobre la superficie en la que esté situado.
- Saber estar sentado tras los 6 meses. Con esta edad el bebé debe de ser capaz de mantenerse sentado sosteniéndolo por unos breves instantes. Un buen ejercicio para estimular la motricidad gruesa es colocar al bebé en el suelo firme y darle en el área de las caderas ayudándolo al mismo tiempo a que se apoye sobre sus manitas.
- Gatear. El bebé debe de poder desplazarse gateando aproximadamente tras los 9 meses de edad, lo que supondrá un avance de gran importancia a nivel neuronal. Entre los buenos ejercicios de motricidad gruesa que puedes emplear en esta edad es con el bebé sentado irle ayudando a apoyar las manos adelante, luego doblarle lentamente las rodillas y colocarle los pies hacia atrás. De esta forma quedará preparado para gatear.
- Caminar, a partir de los 12 meses es la fase en que generalmente los niños pequeños comienzan a dar sus primeros pasos. En este momento los objetivos van dirigidos a que el pequeño pueda pararse de pie, mantener el equilibrio y con ayuda ir caminando.
La evolución de la motricidad gruesa es de suma importancia, por lo que hay que realizarle el seguimiento adecuado y potenciarlo con una educación física, escolar y familiar de calidad para que así el niño desarrolle la mayoría de sus habilidades tanto físicas, afectivas como intelectuales.
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