Hombres con piel sensible: cómo prevenir la dermatitis por afeitado
En este artículo hemos reunido algunas recomendaciones y consejos para evitar la irritación que aparece después del afeitado. Analizaremos qué factores producen o potencian la dermatitis post-afeitado y cuál es la importancia de cuidar tu piel antes, durante y después de la utilización de cuchillas de rasurar.
Parece mentira que, aunque el hábito de afeitar el vello facial tenga muchos años de antigüedad, cada mañana millones de hombres sigan padeciendo sus consecuencias: pieles irritadas, enrojecidas y con escozores.
Si este es tu caso, este artículo puede ser de mucha utilidad, ya que abordaremos la dermatitis del afeitado desde sus causas, brindando consejos para evitarla.
En realidad, para evitar las molestias del afeitado en una piel sensible, deben seguirse una serie de recomendaciones diarias para mantener la piel saludable y bien hidratada, ya que así resistirá mejor la acción irritante de las cuchillas de afeitar.
Básicamente, se trata de brindar un mayor cuidado a las pieles sensibles, siguiendo una rutina específica de cuidados a la hora de afeitarse.
Índice de Contenidos
Piel sensible y afeitado: una difícil combinación
La piel masculina se considera sensible cuando presenta signos como enrojecimiento, descamación, telangiectasias (dilataciones de los pequeños vasos sanguíneos que están en la superficie de la piel), picazón, ardor, escozor y sensación de tirantez.
Un afeitado sin las debidas precauciones que mencionaremos más abajo, potencia estos signos llegando a generar molestias muy desagradables en la piel.
Además, existen factores que afectan de manera significativa a este tipo de piel, como lo son la edad, el cansancio, el estrés, la contaminación o una dieta desequilibrada. El consumo de alcohol y tabaco también perjudica considerablemente a las pieles sensibles.
El momento de mayor sufrimiento para los hombres con este tipo de piel, es el momento del afeitado. Sin embargo, es posible dejar de padecer en la rutina de afeitado gracias a estas recomendaciones que hemos reunido tomando como fuente el Blog Tu Equilibrio y Bienestar, donde el usuario podrá encontrar consejos y cuidados para la salud, escritos por profesionales sanitarios como médicos y farmacéuticos, lo que le da notoriedad y relevancia en el sector.
Cómo preparar la piel ANTES del afeitado
En primer lugar, es recomendable reducir la frecuencia del afeitado tanto como te sea posible. Lo ideal es cada tres días o más, aunque obviamente esto depende de la intensidad con que crezca tu vello facial y el estilo o tendencia que prefieras para tu barba.
Es fundamental una buena limpieza facial antes del afeitado y, a continuación de esta, hidratarla intensamente, una piel seca es más sensible y vulnerable. Puedes informarte sobre el PH de tu piel, para utilizar cremas y geles acordes a tu tipo dérmico.
También es aconsejable dejar actuar la espuma unos segundos antes de comenzar a utilizar las cuchillas, de esta manera la piel podrá absorber los activos que contiene. Se creará una especie de película protectora que la protege de la acción irritante de las cuchillas.
Consejos para poner en práctica DURANTE el afeitado
- Utiliza productos fabricados por expertos en dermatología que estén especialmente indicados para pieles sensibles. Sus ingredientes son inocuos y nutren la piel.
- Aféitate siempre en la dirección en la que crece el pelo, de lo contrario irritarás los poros capilares, dando lugar a granos y puntos rojos, la cara visible de la dermatitis.
- Utiliza cuchillas nuevas para cada afeitado o, en su defecto, muy filosas. Aunque en los envases de cuchillas descartables sugieran una frecuencia de cambio, lo cierto es que solo tú conoces y sientes su eficacia al rasurar.
- Nunca te afeites en seco. Las pieles sensibles necesitan hidratarse durante el rasurado para minimizar los efectos de la dermatitis, por lo que prescindir de la espuma sería un error.
- Algunos expertos sugieren que es mejor afeitarse durante la ducha, ya que los poros de tu piel se dilatarán facilitando el afeitado. Si optas por un rasurado en la ducha, tendrás que seguir de igual manera la rutina de limpieza e hidratación antes y después del afeitado.
Qué hacer DESPUÉS del afeitado
Una vez termines de afeitar todo el vello facial, debes enjuagar con abundante agua fría durante varios segundos, el fin de ello es cerrar los poros y refrescar tu piel.
A continuación, deberás hidratarla con productos específicos para tu tipo de piel. Son muy recomendables los tónicos con ingredientes naturales, como aloe vera, ya que refrescan y suavizan la piel. En este sentido, la utilización de cremas especificas para dermatitis atópica también son un gran aliado para aliviar y recuperar la piel.
Si hubiera algún corte o herida, deberás colocar unas gotas de producto antiséptico y dejarla respirar para que cicatrice. No la cubras con papel higiénico, tiritas ni ningún tipo de vendaje.
Finalmente, puedes aplicar un bálsamo, que es una emulsión de aceite en agua, ya que tiene un gran poder reparador sobre las pieles alteradas tras el afeitado. Contienen ceramidas vegetales, extractos naturales y sustancias antiinflamatorias como el bisabolol. Es decir, todo lo que necesita tu piel luego al terminar el afeitado.
Otras recomendaciones a tener en cuenta
Se estima que un hombre dedica alrededor de 780 horas de su vida a la rutina de afeitado. Pero si ese hombre tiene piel sensible, sufrirá las consecuencias durante mucho tiempo más, ya que las molestias suelen aparecen segundos después del afeitado y prolongarse durante varias horas o incluso días.
Todas las recomendaciones de este artículo apuntan a minimizar los riesgos de una dermatitis tras el afeitado, pero hay que tenerlas en cuenta también para evitar otros problemas que suelen afectar a las pieles sensibles, como las infecciones bacterianas, las foliculitis simples y las eccematosas.
En definitiva, si tienes piel sensible, es recomendable buscar el apoyo de un dermatólogo para elegir las lociones o cremas más adecuadas.
Recuerda que se trata de un hábito de aseo muy importante y que el uso de productos inadecuados puede traer consecuencias indeseables.